miércoles, junio 06, 2007

04/04

INFANCIA ROBADA

Las estrechas relaciones entre el poder y los grupos que controlan la explotación sexual infantil en México han sido abordadas ampliamente en tiempos recientes, mucho más desde la difusión de las conversaciones sostenidas por el gobernador de Puebla, Mario Marín y el empresario textil Kamel Nacif, sobre el caso de la periodista Lidia Cacho.
El peligro, como se apuntó en anteriores entregas, es suponer que exhibir un único caso basta para detener un fenómeno de tal magnitud. Las relaciones entre el gober precioso y el rey de la mezclilla no son las únicas, ni la red delictiva identificada con Jean Succar Kuri detenta el monopolio de esta práctica.
De acuerdo a la Fiscal Especial para la Atención de Delitos Relacionados con Actos de Violencia Hacia las Mujeres, Alicia Elena Pérez Duarte, en México funciona una red de redes de organizaciones dedicadas a la trata de personas, particularmente de menores de edad. Es decir; no es una organización única, sino una variedad de grupos aparentemente sin coordinación central, que abarcan todos los complejos aspectos de este submundo.
Estos grupos, muchas veces enfrentados entre sí, extienden su influencia a personalidades de la política, del mundo empresarial, de la iglesia y de muchos otros sectores en un etcétera tan largo como un brazo. A ellos súmense los contactos entre estas organizaciones y otras, como el narcotráfico, el tráfico de órganos y las redes dedicadas a promover la adopción ilegal de menores mexicanos por extranjeros.

Poder e infancia
Los pederastas, señala Laura Martínez, directora de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas AC (ADIVAC), son personas que necesitan demostrar su poder sobre individuos indefensos. En esta lógica, no es difícil que quienes ostentan cargos de gran poder se sientan seducidos por la fácil victimización de los menores.
De acuerdo a una breve investigación hemerográfica, múltiples son los nombres de figuras públicas que, en diversos grados, han sido relacionados con este fenómeno. Si bien, todos ellos se han apresurado a desmentir, explicar o tergiversar las versiones que los involucran, también es cierto que, públicamente, no se conocen datos que los exculpen completamente.
Martha Sahagún de Fox y su Fundación Vamos México han sido señalados como destinatarios de cuantiosas donaciones hechas por los empresarios Kamel Nacif y Succar Kuri, ambos señalados como integrantes de una de las más poderosas organizaciones de pornografía infantil en México. De acuerdo a declaraciones de Lidia Cacho, la propia primera dama habría retrasado la extradición al país del hotelero.
Miguel Ángel Yunes, anterior secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, fue señalado por el menos tres niñas como íntimo amigo de los empresarios de origen libanés y asiduo participante de las fiestas de intercambio organizadas por el hotelero en sus establecimientos de Cancún.
Los exgobernadores de Quintana Roo, Joaquín Hendrikz Díaz y Miguel Borge Martín, además del primo del último, a la postre procurador de justicia del estado, Bello Melchor Rodríguez y Carrillo, han sido señalados como amigos cercanos del hotelero y, particularmente. del empresario textil Kamel Nacif.
Otro gobernador involucrado en la extensa telaraña es Pablo Salazar Mendiguchía, de Chiapas, grabado cuando ofrecía su ayuda al rey de la mezclilla en el proceso legal contra Lidia Cacho; intercediendo ante “los de la Jornada” para que le concedieran el derecho a réplica y solicitando a José Luis Soberanes, Presidente de la CNDH, que investigara el caso.
El propio Ombusman nacional ha relacionado a su homólogo poblano, José Manuel Cándido Flores, al subrayar su extraña insistencia en que el caso de la periodista se quedara en el ámbito de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Puebla. La procuradora de justicia del mismo estado, Blanca laura Villena; la agente del ministerio público Rosa Aura Espejel; la juez asignada al caso de Cacho, Rosa Cecilia Pérez González y la directora del Instituto Estatal de la Mujer, América Soto López, son otras personalidades poblanas que han encontrado su papel en este drama.
El exsenador Emilio Gamboa Patrón y el excomisionado del Fonatur Alejandro Góngora Vera también han sido implicados en distintos momentos de la investigación. Además de figuras del mundo empresarial como Frans Gus Davos y Hanna Naked Bayeh, quien hasta hace poco manejaba los talleres textiles de los penales poblanos.

La punta del iceberg
Las relaciones entre las figuras públicas y las mafias de pornografía y explotación sexual infantil son, si acaso, botones de muestra de un submundo que llega mucho más lejos y mucho más profundo en nuestra sociedad.
La propia iglesia católica, presunta guardiana de la moral, ha sido señalada no pocas veces y no sin pruebas como refugio de pederastas. Empezando por el tristemente celebre caso de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo e íntimo amigo del fallecido Juan Pablo segundo, señalado repetidamente como abusador de menores en los seminarios a cargo de su orden.
Puede mencionarse también la situación de arquidiócesis de Boston, que ha debido desembolsar cuantiosas sumas de dinero para acallar los escándalos judiciales provocados por, al menos, 36 curas acusados penalmente de violar a niños y niñas en sus parroquias.
La lista sigue y se extiende cada día. El Arzobispo Primado de México, Norberto Ribera (aquel, que cuando se trata de la libre elección de la mujer sobre su cuerpo y vida, no pierde tiempo en llamar a una cruzada “en defensa de la vida”), se encuentra bajo proceso por “conspiración para la pedarastía” en Los Ángeles (California), por el encubrimiento y protección que ha brindado al cura Nicolas Núñez, agresor de, cuando menos, 90 niños en México y Estados Unidos.
La ignominia no se agota en los salones del poder o en los claustros eclesiásticos. En las escuelas de educación primaria y secundaria, en los campos deportivos, en las redes de tráfico de migrantes indocumentados e, incluso, entre los muros de los hogares, el silencio condena a las víctimas.

La investigación para este trabajo fue realizada entre los meses de enero y marzo de 2006 e implicó contactar a grupos que participan de este fenómeno y a víctimas del mismo. Las entrevista a las niñas se realizaron bajo supervisión de su manager y no se permitió tomar fotografías ni guardar grabaciones de las misma. Los nombres fueron cambiados por petición expresa de las fuentes.
Una versión de las entregas de este reportaje fue publicada en la página 7 del extinto Diario La Razón de México D.F., entre el 9 y 12 de marzo de 2006.

P.D. que enlaza
En la barra de la derecha, dos nuevas adquisiciones (bueno, no tan nuevas... pero así, al menos, se explica porque no las había enlazado antes)...
Porque, efectivamente, Santiego tiene razón: el mundo no sólo es raro...
Y, por otro lado...
Nada más porque es bonito que haya un grupo que se alegra de que uno esté vivo...

P.D. que se cura en salud
Lo que viene la próxima semana es ÚNICAMENTE un ejercicio estético...

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2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Es que ya no comento este tema porque tendría que coger el DRAE y empezar a poner insultos como una loca... Sencillamente hay individuos a quienes lo de "ser humano" les queda muy, muy grande.

Besos

5:23 a.m.  
Blogger Javier Garrón said...

de un tiempo a esta parte han salido unas cuantas películas muy interesantes sobre el tema de la pederastia. algunas tiran más hacia el drama, otras hacia el thriller, pero sin duda es una forma interesante (y supongo que algo más agradecida dado lo desagradable del tema) de acercarse a la psique de esos individuos.
Tenemos "Hard Candy", "The Woodsman" o "Little Children", todas ellas de recomendado visionado.

una serie de artículos ciertamente rigurosos y necesarios, amigo.

recibe un cordial saludo desde el sur de España

8:19 a.m.  

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