miércoles, diciembre 30, 2009

Aforismo conmemorativo

Nota: Este Necio Hutopo y la mensajería se van a pasar unos días de asueto... Queda esta entrada programada para decir lo obvio...


FELIZ 2010
A 100 y 200 años
aún quedan independencias que conquistar
y muchas revoluciones por hacer...

P.D. que presume...
Gracias a Nanny por incluirme en lo de la loteria... Aunque no acabé de entender bien de qué iba el asunto.
Y gracias a ella, al jefe y a Isabel por los buenos deseos

Etiquetas: ,

jueves, diciembre 24, 2009

Obviedades calendarias...

Ante todo la advertencia de rigor, leer estas líneas es arriesgarse a caer en disertaciones tangenciales, de esas a las que soy tan aficionado. Sobre advertencia no hay engaño.

Pausa para reflexionar...

Si aquí se sigue es porque se ha decidido leerme (y porque, en el fondo, se es un poco masoquista, pero cada quien...). Lo importante de estas letras es desear feliz navidad y próspero año nuevo, cumplo con el trámite para no olvidarlo; considérese la felicitación sincera.

El asunto tangencial es, necesariamente, lo oportuno de las felicitaciones, o; lo que es lo mismo:

¿importa mucho el transcurrir de los años?

Todo el meollo es que el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, que diría Pablo Milanes; cada nuevo día, cada minuto y segundo la experiencia nos pesa, nos vuelve lentos e inseguros. Las viejas acciones, los primitivos impulsos, los buenos deseos quedan, pues, relegados a su pertinencia o no según las enseñanzas de la experiencia.

Creo que este es punto nodal; los años pesan en la experiencia y son, por ella, felices. Porque finalmente más tristes son los años vacíos, los que sus memorias no poblan con llantos, besos, risas y lágrimas.

La experiencia pesa, sí, y es esta experiencia la que nos hace crecer, no el matemático transcurrir del tiempo. La experiencia pobla nuestros años, lo he dicho ya, de los ojos tristes, de las risas añoradas; de las lecciones imprescindibles, entre las que se cuenta, claro está, la sonrisa de placer.

La experiencia pesa en el recuerdo de un cabello, en la persistencia de un aroma y en el que me desvío del tema. No pretendo dejar lección de vida alguna en estos enunciados, cada quien aprende de sus años y experiencias lo que puede.

Cada quien es feliz, a su manera y no para siempre, sino cuando puede, que es la mejor manera de ser feliz.

No se me malinterprete, creo firmemente en la necesidad de celebrar el paso de los años; porque de alguna manera debemos celebrar nuestra experiencia y ¿qué mejor manera de hacerlo, que festejando a quien los contiene? es decir; a nuestros años.

Tampoco creo que haya muchas mejores maneras de festejar nuestras vidas que brindando por los presentes y ausentes, por las memorias y olvidos.

Estas líneas se tornan demasiado confusas, mejor cortar por lo sano (si acaso hay algo sano en quien estas palabras produce). Les deseo, de nuevo y por si no había quedado claro, una feliz navidad y próspero año nuevo; ojala sigamos construyendo historias dignas de experiencia, recuerdos a nuestros años.

Mario Stalin Rodríguez

Por si alguna duda cabía.

Etiquetas: ,

miércoles, diciembre 16, 2009

Postales Citadinas

El extraño y terrible caso de la calle desaparecida y la embajada que crece

María Luisa Martínez, única vecina civil de la embajada de Estados Unidos de América en México, es, seguramente, la mujer más vigilada del país y su casa, ubicada en Río Lerma 102, probablemente sea la más segura del Distrito Federal. La señora Martínez y su madre viven en este domicilio hace ya más de 60 años, mucho antes que sus actuales vecinos.

“Hemos ganado en seguridad”, dice mientras se esconde la cámara, “pero es en lo único que hemos ganado”. Su principal problema es la vigilancia; no puede recibir visitas sin que el personal de se seguridad de la embajada se asome y tome fotos o, en los peores días tras los atentados de 2001, esculque los automóviles.

Los vehículos automotores son, justamente, otro problema; la calle Río Lerma es un enorme estacionamiento para quienes acuden a la representación diplomática o para quienes, trabajando en o para ella, no están seguros de pasar los estrictos controles de seguridad en el estacionamiento de la misma.

A unos metros de la puerta de la señora Martínez, los ocupantes de la patrulla S00325 obligan a una camioneta repartidora a moverse. No es por seguridad especial; sólo el reglamento, explica el oficial Lucio Cabrera mientas muestra el libro negro del Reglamento de Tránsito de Distrito Federal, con e artículo 33 subrayado. La patrulla, señala María Luisa, “pasa cada media hora, además están los policías a pies (del Cuerpo de Granaderos) y los de la embajada, que pasan muy ufanos con sus rifles”, comenta imitándolos.


La embajada expansiva

Oficialmente, el edificio de la delegación diplomática de Estados Unidos de América en México ocupa el inmueble ubicado en Pase de la Reforma y Danubio. Su perímetro está delimitado por una reja tubular blanca y hasta ahí; de la línea hacia adentro es territorio estadounidense, de la línea hacia afuera todo es México. Oficialmente, queda escrito, porque en los hechos las cosas son bastante distintas.

De acuerdo al mapa oficial de la ciudad de México (disponible en versión electrónica tanto en Googe maps como en la página de la Guía Roji), Danubio hace esquina con Paseo de la Reforma y, paralela a éste, Río Papaloapán, una estrecha calle a espaldas de la embajada. He aquí la vialidad desaparecida, absorbida junto a los terrenos ubicados entre Río Papaloapán y Río Lerma (con excepción de la casa de la señora Martínez), para transformarles en un estacionamiento de alta seguridad.

Danubio y el camellón lateral de Reforma son, también, territorio estadounidense; los separan de México no la ley sino las vallas metálicas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, colocadas desde los tiempos en que a la ciudad la gobernaban los regentes nombrados por la administración Federal.

Las vallas están ahí para mantener lejos a los manifestantes, reconoce le oficial Juan Cruz Fausto del Cuerpo de Granaderos. No sabe quién ordenó la colocación de la barda ni la presencia de fuerzas policiales (ausentes, por otro lado, en cualquier otra representación diplomática); “nosotros estamos aquí para cuidar la calle, nada más, no tenemos nada que ver con la seguridad de la embajada... Ni coordinación, ni nada”.

El personal de la empresa de seguridad Inter-Com, que tiempo atrás sustituyeron a os marines estadounidenses que tradicionalmente custodiaban el interior de la sede diplomática, tampoco sabe nada. Por no saber, no saben ni utilizar el intercomunicador para comunicarse con alguien que, dentro del edificio, pueda responder si la embajada cuenta con permiso de la delegación territorial para apropiarse de Río Papaloapán y cerrar Danubio y el camellón de Reforma. Ambops espacios transformados en salas de espera para quienes tienen algún trámite qué realizar en la delegación diplomática, como puede testificarlo el grupo de albañiles cohuilenses que esperan la salida de su representante, quien tramita las visas del grupo para trabajar en una empresa de construcción del otro lado.

Del permiso tampoco saben nada en la delegación territorial, donde preguntar por él implica un recorrido desde la oficina del Delegado hasta la de Comunicación Social, por primera vez), pasando por el Jurídico, Comunicación Social (por segunda vez), Verificaciones, Permisos, Comunicación Social (nuevamente), Ventanilla Única y Comunicación Social (aquí es donde uno se rinde, ante la posibilidad, muy real, de ser remitido a la Oficina de Sanitarios, en la que probablemente tampoco supieran nada). Preguntar en la SSP y en el GDF resulta en un peregrinaje similar, con similares los resultados.

En la caseta de recepción de la puerta frontal de la embajada (que nunca se abre, pues el acceso a ella es por una entrada lateral, un minúsculo papel amarillo pegado tras un vidrio blindado, informa con letra minúscula; “Sí, la seguridad causa molestias, pero desafortunadamente es necesaria”.

Mario Stalin Rodríguez

Actualización de un reportaje publicado originalmente en Marzo de 2006.

Fotografía de Osiel Tello, Marzo de 2006.

Etiquetas: , ,

miércoles, diciembre 09, 2009

LA PALABRA SILENTE

"Sordomudo. Lógicamente, al no poderse escuchar a sí mismos, los sordomudos consideran que no vale la pena decir nada."
Perich, humorista español
Mundo, Demonio y Carne, gran PERICHcionario

La imagen recuerda a Chaplin; un hombre achaparrado gesticula a la lejanía y el sonido no acompaña sus decires. Mueve con énfasis manos y ojos. Gesticula con animosidad y en el ir y venir de sus dedos se crea el Futuro.
La imagen recuerda a Chaplin; la mujer de los ojos infinitos rodea el horizonte con su mirada, su sonrisa resume todas las esperanzas de la humanidad. Alza el puño izquierdo desafiando y, después, con tres gestos de la mano decreta el principio del Mañana.
Sus voces están ausentes y, sin embargo; sus silentes palabras son el discurso de la dignidad.

Ante todo la aclaración conveniente; el lenguaje de signos no es uno ni único y, sobre todo, no representa un fenómeno distinto al habla. Como en ésta, las señales se modifican de acuerdo al idioma del hablante; como en ésta, las cadenas se estructuran distintas en cada participante.
Es decir; el lenguaje de signos no pretende ser más que la sustitución cinética de las palabra hablada. No pretende ser más, queda escrito; pero tampoco es menos que ello. Su papel de sustituto no le exime de problemas ni de historia.

En el pasado la incapacidad para el habla era considerada un símbolo inequívoco de retraso mental. Quienes la padecían eran condenados a la marginalidad social y a la mendicidad como forma de vida. Otros, los menos y pertenecientes a clases económicamente acomodadas, podían esperar un mínimo contacto con el exterior, a través de una libreta colgada al cuello; en ella garrapateaban apresurados sus palabras.
Si bien los intentos de dotar de la palabra a los silentes son viejos y variados (en la Rivera Maya se han encontrado pruebas de un complejo sistema de señales manuales, utilizado principalmente por sacerdotes que, por cuestiones de rito, se mutilaban la lengua); el primer estudio e intento serio data de finales del siglo XIX (hacia 1884), en Francia.
El sistema francés (FSL), consistente en expresar palabras y acciones (no letras, no frases) por medio de gestos de las manos fue estudiado a profundidad en la Universidad de Chicago, en EUA, hacia finales de los años 20 del siglo pasado. De estas investigaciones surge el American Sing Language (ASL), no muy distinto al sistema francés, pero con el añadido de poder formar frases, complementando las palabras y acciones con el deletreo de conceptos por medio de las manos.
Debido a cuestiones que mucho más tienen que ver con la política que con su pertinencia, el ASL es el sistema de signos que mayor difusión alcanza en el mundo, sirviendo de base para la creación y perfeccionamiento de la mayoría de los sistemas locales.
Su único competidor ha caído hoy en desuso. El sistema soviético de señales surge en la Universidad de Moscú durante el Stalinato; bajo el argumento de que tanto el FSL como el ASL son productos de la propaganda capitalista. Este sistema, alejado de la traducción cinética del lenguaje hablado, se basa en los kajis japoneses a fin de crear símbolos únicos que signifiquen frases y conceptos complejos, antes que únicamente palabras, acciones o letras.
Con las consecutivas caídas del muro de Berlín y el bloque socialista soviético y, por supuesto, la subsecuente satanización de todo aquello que recordara al socialismo real; el sistema de signos de la Universidad de Moscú fue rápidamente relegado al baúl de las vergüenzas.

Así, el ASL se implanta, como su país de origen, en el nicho hegemónico, trayendo consigo no pocos problemas. Este sistema, queda escrito, no es más que la traducción a lenguaje cinético del habla inglesa, con la construcción de frase característica de este idioma; fenómeno que complica su adaptación a entornos lingüísticos distintos.
Si adaptar el ASL a la estructura Sujetos - Verbo -Complementos de las lenguas latinas resulta tarea titánica, imagínese el esfuerzo que implica el hacerlo a sistemas tan distintos como las lenguas orientales (de raíces chinas, hinduistas y japonesas principalmente) o árabes, cuyas estructuras lingüísticas y alfabetos escritos se alejan tanto de los occidentales.
En la actualidad existen más de 100 sistemas nacionales distintos de lenguajes de señas (basados todos, eso sí, en FSL y el ASL) y, tal cual ocurre con las lenguas habladas y escritas, es necesaria la intervención de traductores para que las expresiones de uno sean entendidas por el resto.
En México, y quede esto como nota final, los esfuerzos para crear un sistema nacional de signos datan de la década de los 70 del siglo pasado y son encabezados por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Mario Stalin Rodríguez
Publicado originalmente en 2004

P.D. que agradece
Pues nada... dar las gracias a Isabel y al Enano Explorador (a éste último con mucho, pero que muchísimo retraso) por
el Mediterraneo visto por la cámara de Isabel y el premio al Blog Mimio
y
Los tres ya están, no se dude, en mi reconstruído muro de los trofeos.

P.D. que agrega
Pues en eso de saldar cuentas pendientes, permítanme presentarles (si no lo conocían ya) al Sr. Lograi, el Luciernago y sus dos blogs...
y
Porque hace tiempo me queje de no tener enlace desde su blog y porque, la verdad, vale mucho la pena leerle... Los enlaces, obviamente, en la sección de enlaces.

Etiquetas: , ,

miércoles, diciembre 02, 2009

LA EXPRESIÓN QUE LIBERA

Tintas 100% digitales (voy mejorando, no?).

Voces desde atrás del Escenario
Mario Stalin Rodríguez

La danza es expresión de inteligencia y humanidad. La danza es ancla de nuestra cultura y memoria. La danza es arte compartido, que es la única manera de hacer arte. La daza es resistencia, es terca persistencia.
La danza alivia el alma y nos pone en contacto con nosotros mismos y con los otros. A través de la danza aprendemos nuestras coincidencias y nuestras diferencias, a través de la danza aceptamos nuestras diversidades.

Ellas son las artífices de la danza; los movimientos que sobre el escenario vemos fueron, en primera instancia, concebidos en sus corazones. Dos coreógrafas distintas, de escuelas distintas y generaciones distintas. Dos personas con formaciones distintas y una pasión única; la danza.

Cecilia Muzquis
Danza Libre Universitaria
Termina la función en la Sala Miguel Covarrubias, el público sale y comenta el espectáculo. Es Abril de 2004, atrás del escenario, en los camerinos, una exhausta Cecilia Muzquis habla.
Estoy aquí desde las 10:00 de la mañana (vine a ver, a apoyar a todos mis compañeros bailarines) y me sorprende. Estoy emocionadísima, muy contenta, de que hubo mucha respuesta.
Normalmente viene mucha gente grande, viene gente que está metida en el ambiente de la danza. Pero verlos a Uds. (un grupo compuesto por cuatro mujeres y un hombre, todos estudiantes de la FCPyS), y no son los únicos; hay muchos muchachos interesado y eso es maravilloso.
Además del apoyo que se le está dando a la danza; ¿Qué acciones faltan?
Difusión. Es una labor muy importante. Se debería hacer desde el kinder, la primaria; desde ahí debería empezarse. Que desde la escuela a los niños se les enseñe a apreciar la danza. Y no sólo la danza, la música, la pintura... Y que fuera como una integración de la vida académica, para que tuvieran... mmm...
Para que tuvieran ganas
(Ríe) Conocimiento. Nosotros bailamos, presentamos programas como el que aquí presentamos (incluso en una tarima al aire libre), entonces ves que los muchachos se interesan y regresan a ver danza.
Pero difundir la danza no es sólo tarea de la UNAM, es tarea de todos.
Lamentablemente, en política federal, el apoyo es bastante pobre. Entiendo perfectamente que hay preocupaciones importantes, pero siento que si se le diera un poquito de apoyo a las artes, aliviaría el alma.

Gloria Contreras
Taller Coreográfico de la UNAM
Termina la función en el teatro Carlos Lazo de la Facultad de Arquitectura, el público sale y comenta el espectáculo. Es 30 de Abril de 2004, sobre el escenario vacío Gloria Contreras, directora y coreógrafa del Taller Coreográfico de la UNAM, habla.
La danza es lo más cercano al hombre, antes que la pintura, aunque sea gente de muy poca cultura; tu les das danza y lo entiende. Las otras cosas, hay que ir al colegio, hay que trabajar la mente, hay que aprender. La danza no, porque todos conocemos la danza.
La danza es lo más cercano al hombre; las culturas primitivas, para invocar al dios y ganar la guerra, llamar al agua, para todo tenían una danza.
Es muy importante que no perdamos la tierra, que estemos viendo un sueño en donde el mundo está perdiendo sus raíces en todos lados. La globalización está perjudicando enormemente a la humanidad. La cultura norteamericana está manejando al mundo y sus valores no son los del hombre.
El apoyo a la cultura ha ido decayendo a la medida en que se crean los bushes. Todo cambia, los intereses son económicos y la cultura es secundaria.
Lo que maneja al mundo es el dinero, no la inteligencia; ya no. La gente que está en los lugares de poder es manejable por otros, que son los que controlan el mundo, a los que no les importa matar pueblos enteros.
La cultura, desgraciadamente, no tiene la fuerza que tenía, porque se le ha dado la fuerza a los bushes.
Desde la cultura tenemos que humanizar, convencer de que lo importante es el saber, es pensar, es amar. Lo importante no es presumir, tener casa, viajar en avión; lo importante es amar.
La cultura es el medio para humanizar a la gente.
Y hay que hacerlo con inteligencia. Para que cualquier cosa traspase el gesto, que se vuelva símbolo; hay que usar la inteligencia para aprender. Después, cuando ya dominas, para ser literato, pintor, doctor, para ser músico. Después, usar tu humanidad. Tanto el médico como el abogado deben tener humanidad.

Publicado originalmente en Abril del 2004... Dedicado a mi hermana Nora, que ya para entonces, con 13 años, sabía todo esto.

P.D.
Recuérdese que aún se regalan libros...

Etiquetas: ,