jueves, enero 21, 2010

EL NOMBRE DEL DESASTRE

Nota previa. Algunos datos contenidos en el presente escrito pueden estar desactualizados, trataré de irlos actualizando conforme me sea posible... Comprenderán que dadas mis limitaciones técnicas y geográficas no podrá ser mucho.

Por qué tantas regiones, por qué un día

se junta con un día? Por qué una negra noche

se acumula en la boca? Por qué muertos?

Si me preguntáis de dónde vengo tengo que conversar con cosas rotas,

con utensilios demasiado amargos,

con grandes bestias a menudo podridas

Pablo Neruda

No Hay Olvido


Al momento de escribir estas líneas Puerto Príncipe es una ciudad fantasma, privada de los servicios mínimos; Haití es, hoy, el nombre de la catástrofe.

En un país con una población mayoritariamente migrante (el 47% de su PIB depende de las remesas) y 10 millones de habitantes, la cifra de víctimas mortales por el terremoto se calculan arriba de las 100,000 (1 de cada 100), con posibilidades muy reales de ser muchas más (la cifra exacta, como ocurre en este tipo de tragedias, nunca será conocida) si tomamos en cuenta las víctimas fuera de Puerto Príncipe y aquellos que mueran en los improvisados hospitales o en las calles a causa de las heridas sufridas durante o después del temblor, o bien por las enfermedades que pueden adivinarse de continuar las actuales condiciones.

Se calcula que cerca de tres millones de personas (el 30% de la población) perdieron la totalidad de su patrimonio, la infraestructura hospitalaria, educativa y de gobierno quedó sumergida en la ruina, el sistema bancario se encuentra colapsado. Los servicios como luz, agua potable y telefonía son, para los afortunados, intermitentes; la mayoría de la población se retroyecta a la era de las cavernas.


La ayuda humanitaria, aún en los niveles históricos que registra, llega tarde y es, forzosamente, insuficiente, a lo que deberá sumarse el caos organizativo que priva entre los distintos equipos de salvamento y la violencia que parece crecer a cada instante en las calles de la desolada ciudad.

Aproximadamente unos 3,000 reos escaparon de la penitenciaria tras el terremoto, apoderándose a su paso de las armas de los custodios del penal, sumándose al ejército clandestino que controla el crimen organizado (en buena medida, remanentes de los tonton macoutes, la antigua fuerza de élite desparecida a finales de la década de los 80 del siglo pasado), posiblemente infiltrado en los campamentos de damnificados.

Las calles son, entonces, morgue pública y pasto para el pillaje (organizado o no), ante el estupor de las autoridades locales, de la misión de la ONU y sus cascos azules y de las brigadas humanitarias que llegan desde distintos puntos del orbe.

La única opción que parece presentar una solución es la promesa del gobierno estadounidense de enviar efectivos militares a ayudar en las labores de restauración del orden… Hoy el Haití es el nombre de la tragedia, pero no por el temblor.


El terremoto de 7.4 grados Richter que azotó la nación caribeña el pasado 12 de Enero, sólo proyecta a nivel mundial lió ser evidente desde hace décadas. La tragedia de Haití inicia con la ocupación estadounidense de los primeros años del siglo XX.

La tragedia haitiana continúa con la dictadura de los Duvalier, Papa y Baby Doc, en buena medida sostenida por el apoyo no siempre velado del gobierno estadounidense (termina con la huída de Jean Claude, Baby Doc, en 1987) y sigue hasta 2004 con el golpe de Estado en contra de Jean Bertrand Aristide (conjura a la que la administración de Washintong no es ajeno) y su posterior reinstalación, prácticamente maniatado por las exigencias del FMI, el Banco Mundial y el gobierno estadounidense.

Hoy Haití es el nombre de la tragedia… Lo ha sido por muchos años.

Mario Stalin Rodríguez

Nota programada el Domingo 17 de Enero de 2010

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7 Comments:

Blogger Jardinero del Kaos said...

Mierda, y lo va a seguir siendo. por desgracia...como podemos ayudar???

me gustaria que algun dia, don Hutopo, hablara de republica dominicana y trujillo, ya que veo que tiene un gran conocimiento de la historia contemporanea de latinoamerica y me gusta como encara los temas,si ya lo ha hecho, digame que entrada,

un saludo

10:12 p.m.  
Blogger jose.etxeberria said...

A los negritos los arrancaron de África para llevarlos a Haití, y luego los abandonaron hablando francés, pero sin bagette ni croissant.

3:20 a.m.  
Blogger Ambrosía said...

..... ante tal tragedia .... una se queda sin palabras y con la impotencia de no saber como poder colaborar más activamente para paliar, aunque sea sólo un poquito, en las necesidades básicas que precisan todas aquellos personas que lo han perdido todo...
Un beso muy fuerte para ti con el ánimo de que no decaigas y lleves a ese pueblo desbastado, la sonrisa de una esperanza y un poquito de cariño....

3:52 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

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3:04 a.m.  
Blogger ISABEL TEJERA CARRETERO said...

Sigo las noticias con estupor y me hago muchas preguntas. No puedo comprender como el ser humano puede llegar a destrozar a sus congéneres que sufren haciéndoles sufrir más si cabe en su desgracia.
Cuídate , amigo

12:51 a.m.  
Anonymous www.leycosmica.org said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

2:30 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Las noticias de aquel país han invadido la TV, ya todo el mundo lo sabe, pero pareciera que los millones de espectadores estuviesen atados de manos (Me incluyo) o quizás realmente poco importa cuando no estás en el lugar de los hechos (Por muy frío que suene).

Este artículo me ha informado bastante, más de lo que ya sabía a través de las noticias. Gracias por ello.

La realidad a menudo es mucho más cruda que la ficción. A momentos, cuando leía o cuando veía TV y daban más noticias de Haití, me parecía broma. Una broma de muy mal gusto. Ojalá se acabe pronto.

Abrazos :) y ah, este blog lo pondré en mi nueva lista de páginas que leo :D.

Que estés disfrutando tus vacaciones ;)

2:44 p.m.  

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