miércoles, marzo 10, 2010

SEMEJANTES

El entrar al debate sobre los matrimonios entre individuos del mismo sexo es, siempre, un asunto complejo y toda argumentación está destinada a ser incompleta. así, antes de un repaso histórico cultural por demás extenso, acétepse a priori la premisa obvia; la estigmatización de a homosexualidad es, en términos históricos, una novedad.
Un muy breve repaso, incluso superficial, de las civilizaciones clásicas de todo el orbe nos permitirían afirmar, sin margen error, que el emparejamiento de semejantes era práctica común en no pocas de las civilizaciones de la antigüedad. Incluso en el cristianismo primigenio.
Si desechamos el argumento histórico, el resto de las objeciones pretendidamente sustentadas que se oponen a matrimonio entre personas del mismo sexo no tardará en seguir el mismo camino.
El pretendido argumento contra natura, según el cual la unión de individuos del mismo género es estéril y, por tanto, aberrante; cae ante el conocimiento zoológico mínimo, en el que la homosexualidad natural está más que documentada y se entiende como una herramienta evolutiva de mecanismos complejos, pero real.

Si ni histórica ni biológicamente puede sustentarse la objeción a las uniones entre individuos del mismo sexo, todo argumento que pretenda encaminarse a lo contrario, incluso las legislaciones que pretenden normalizar un único modelo de familia (hombre+mujer+hijos), queda evidenciado por su puerilidad.
Lo mismo puede decirse en el debate sobre la conveniencia o no de la adopción de menores por estas parejas, en el cual la cerrazón mental, la ignorancia o la abierta estupidez, pretende escudarse bajo la falacia del legítimo interés del menor.
No existe ningún dato confiable que nos permitiera afirmar una diferencia sustancial entre un hijo criado en una pareja homosexual, con uno que ha crecido en una familia heterosexual. Al menos, no en el sentido en el que si existen claros indicativos de un menor que crece en un ambiente familiar marcado por la violencia conyugal o el abandono, ambos factores, recuérdese, predominantes en parejas heterosexuales (el matrimonio forzado, la reproducción por abuso o violación y otro largo etcétera son, y esto es históricamente comprobable, prácticas exclusivas del emparejamiento heterosexual).

Así, la marejada de opiniones pretendidamente sustentadas, provenientes todas de un sector muy delimitado de la geografía política, que inundan los medios de comunicación, las iglesias y el debate diario no son otra cosa que alaridos de terror. La voz estentórea de quien teme a una sociedad en la que el respeto a la diferencia, sea la norma.

Mario Stalin Rodríguez

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8 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Tiene tiempo que no te leía, pero mehan gustado tus últimos textitos, éste en especial por cortito y contundente.

Si se me permite un comentario, lo más interesante de esta situación es que, paréceme, está sacando a flote toda la discriminación que, antes de la propuesta y su aceptación, estaba bien escondidita (me tiene aterrada los anuncios de "No selepuede llamar matrimonio" en varios establecimientos de la Roma, por ejemplo)señal clara de que, aunque nos la demos de "avanzados" por que nos vamos a encuerar al zócalo, en nuestro país la tolerancia y la aceptación del "otro" sólo existe siempre y cuando el "otro" semantenga calladito y "en su lugar"...
Y sin embargo, como diria Don Quijote, "Ladran, Sacho, señal que cabalgamos".

Rocío.

9:23 a.m.  
Blogger Isabel said...

El amo dueño del ganado necesita que cada animal cumpla con su cometido, si no es así las bestias no son rentables. El amo no lo permite

6:35 a.m.  
Blogger Jardinero del Kaos said...

La igualdad ante todo...
credo, raza o religion (la constitucion se olvido el apartado Sexo, en esta proclama de igualdad)
que halla sido escrita en el S XIX, no lo justifica, se ha reformado para justificar gobiernos militares, proscribir partidos politicos, proolongar mandatos presidenciales...seria hora que la modifiquen para algo con mas sentido(me refiero a la constitucion Argentina, bue, pero esta basada en la de los gringos, asi que mucho no se puede esperar)

saludos

8:37 p.m.  
Blogger Duquesa de Katmandu said...

Comparto sus opiniones Don Mario.
Aquí es igual de intolerante la cosa.

beso,

7:37 a.m.  
Blogger Lograi el Luciérnago said...

Muy bueno, Necio.
Aquí ya se dio ese paso. Y me alegra ver que allá también.
Ahora queda esperar a que la sociedad lo vea como algo normal.

11:11 a.m.  
Blogger Ambrosía said...

Solo pasaba por aquí a dejarte un saludito...pero leo tus palabras y solo se me ocurre decir que, allá cada cual con sus gustos y tendencias....la libertad y el respeto a de tener la supremacía en cualquier situación....
Un beso.... o dos

12:55 p.m.  
Blogger mariapán said...

Siiiiiiiiiiiiii Mario, me quito el sombrero porque esta entrada me ha fascinado... ¡si señor! buen repaso a todo lo que ha de repasarse cuando hablamos de según que temas... Y estoy contigo en que la conclusión final sea un pavor extremo a la diferencia... aaaaaaaaay si en la diferencia está el secreto... en fin, seguiremos en la brecha... LUCHANDO con uñas y dientes.
Un beso guapetóoooooon!!!!

1:17 p.m.  
Blogger LA CASA ENCENDIDA said...

Tenes mucha razón Mario. Siempre criticamos o prohibimos lo que nos asusta o no controlamos. En el respeto está la base de todo, pero vivimos una sociedad que ha olvidado esa palabra y su significado, por supuesto.
Uy, tenia ganas de leerte, pero ya ves como ando de tiempo, ¡me cachis!!!
Besicos muchos guapo.

1:54 a.m.  

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