miércoles, julio 27, 2011

LA IMAGEN ROBADA (03)

Hace tiempo, antes de que todo ocurriera, se incio la publicación de un reportaje realizado hace aún más tiempo en colaboración con excelentes amigas... Pero todo ocurrió y el reportaje debió ser interrumpido. Aquí lo continuamos y, para que nadie se queje de no saber de qué va la cosa, éste tiene sus inicios en:

La del Pirata Cojo
La piratería, en términos económicos, podría no ser tan buen negocio como se llega a suponer. Habla David (no es su nombre real), desde hace siete años dedicado a la venta de discos y películas piratas:
Decir un número fijo está difícil. Verás; como ya no estamos en los tianguis, sino que tenemos el puesto de fijo aquí en el mercado, pos sólo los Sábados, Domingos y el día del sobreruedas tenemos muchos clientes; ahí sí podemos sacar unos $700 o $1,000 en un día. Pero los otros días, es bueno cuando sacamos $200.
Ahora, no te creas que todo es para nosotros; tenemos que pagar $100 en días normales al mercado por el espacio. Los Sábados y Domingos la renta es de $300, igual que los días de sobreruedas, sólo que en el sobreruedas también hay que pagar a la organización de tianguistas y ahí se van otros $300.
Además hay que comprar la mercancía (porque si la pides prestada te sale más caro luego). Mira, a mi me venden los discos por mayoreo, pero me salen como a $5.00 o $10.00 cada uno, dependiendo de dónde y si es de estreno o vieja. Yo vendo las películas a $25.00 cada una y a $15.00 si es por cambio, lo que significa que le ando sacando como $10.00 o $20.00.
Además, luego no se venden todas; yo trato de traer buen surtido, pero la gente luego sólo compra las de estreno (esas sí se acaban rápido).
También hay que descontar con las que nos devuelven por que salieron malas. Yo trato de comprar sólo con los que son confiables, pero luego se raya el disco, o a la película le falta un cacho o no trae subtítulos, o le falla el sonido; nunca falta un problema. Y yo, para no perder clientes, pos les tengo que cambiar la mercancía y a esas no les saco nada, es más, hasta pierdo.
Ahora, cuando de verdad perdemos mucho es con las redadas. Acá no pasa mucho (en cuatro años que ya tenemos con el puesto sólo en el mercado, sólo una vez han hecho una), pero cuando estábamos en los tianguis sí era un problema. Se llevan toda tu mercancía y, además, hay que pagar la fianza pa' que te saquen.


Ahora bien, conviene aclarar que no toda película es susceptible de ser copiada de manera ilegal:
Pues mira, como ya te dije; las que más se venden son las de estreno, sobre todo las de acción y las de niños (la película esta de Nemo se vendió muy bien durante como seis meses; todas las copias que traíamos se agotaban). Luego están las viejitas, que son más difíciles de vender, porque ahí sí la gente que las compra exige (con razón) que se vean bien y que estén completas (con las de estreno son más amables y luego hasta aceptan que les falten cachos o que se vean mal o que el sonido no esté bien).
Otras son las que nos piden, porque no siempre piden títulos fáciles y uno, para no perder clientes, pos tiene que tratar de encontrarlas. Pero luego no las trabajan o, cuando las trabajan, tienes que comprar un mínimo de 10 copias para que te las den y, para una venta segura, pagarlas todas no es negocio.
Y más después están las películas que nos imponen. Muy bien no sé por qué (tendrías que preguntarles a ellos), pero luego para venderte las películas de estreno te obligan a comprarles unas películas viejitas o raras (por ejemplo, desde hace como cuatro meses que ando cargando diez copias de una y nadie ha comprado ni una). Esas luego son muy difíciles de vender.

La piratería, para David cumple con una doble función, el asegurar el empleo (informal) y el acercar el cine a un público mucho mayor, esto es, en sus palabras:
Ahí la cosa se pone complicada; porque yo sé que, pos a lo mejor, sí está mal. Digo, los que hacen las películas tienen su negocio y yo, desde mi punto de vista, pos sí siento que les estamos quitando, pues su mercado, ¿no?
Pero luego desde el otro lado pues veo que yo no tuve muchas más opciones, o ponía este puesto o me seguía de desempleado y pues uno tiene que comer,¿no?
También, platicando con los clientes, pues te das cuenta que ellos vienen pues, porque les interesa ver una película que anuncian por todos lados (o que alguien les recomendó), ya sea nomás pa' sacarse la espinita de la duda o porque ya la vieron y les gustó tanto que la quieren tener pa' verla cuando quieran.
Y pues ahí sí el cine está bien caro y comprar las copias originales, primero se tardan en salir mucho y, después, pues están muy caras y la mayoría de la gente no puede pagar $400 por un DVD original; así que mejor se vienen con nosotros y por $25.00 se llevan un disco que se ve casi igual.


Similar opinión expresa Fabián (no es su nombre real), licenciado en derecho y encargado de un taller de copiado ilegal de películas:
Esto es un negocio, no te engañes; de lo que se trata es de sacar dinero fácil. Sin embargo no implica que no puedas utilizar el negocio para otra cosa, sobre todo si ello no interfiere con las ganancias.
Mira, nosotros ponemos las películas al alcance de quienes no pueden o no quieren pagar el cine, además, facilitamos que conozcan otras películas además de las que están en cartelera.
Mira, no es fácil, la mayoría de las películas que copiamos las conseguimos de fuera, pero si yo llego a ver una película extraña que me gusta mucho; la traigo aquí y le sacamos unas cuantas copias (no tantas como a los estrenos) y las tratamos de colocar con los vendedores, a ver si a alguien se le ocurre comprarla.
Mario Stalin Rodríguez
Elaborado originalmente en 2004 con el apoyo de Leslie Farías, Miriam Montserrat Gómez, María Elena Ramírez y Tania Rinebache, se edita y actualiza por considerar que el tema aún da para más...
Concluirá la próxima semana... Esperando que este pequeño lapso me de tiempo de acabar lo que debía de estar listo ya...

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miércoles, julio 20, 2011

Recuerdos (4 de 4)

Maria Teresa Cuellar Salinas
(1950-2011)

El cambio a casa de mamita transformó mi vida y la de mi hermano, rodeados de gente que nos quería. Ahí mi principal ocupación era traer los “mandados”, la tienda más cercana era la de Doña Matilde, la de Don Camilo estaba a dos cuadras pero tenía de todo. Yo era muy eficaz corría velozmente y no temía a los perros, por las tardes iba por la leche al establo del viejito Don Miguelito, con el que mi tío Raúl, me hacia repelar diciendo que era mi novio. Mi tía Coquito me consentían mucho, me bañaba, me peinaba, me llevaba a la escuela. Algunos domingos acompañaba a Mamita a misa o al mercado. También por las tardes le ayudaba a darle de comer a las palomas, lavábamos los trastes, oíamos la radio, rezábamos el rosario, compartía largos ratos con ella me enteraba de algunas de sus preocupaciones: mi tío Antonio el torero que radicaba en la ciudad de México le no escribía, los problemas económicos de mi tío Pepe o porque estaba por perderse alguna prenda de las que tenía empeñada en el “Montepio” (Monte de Piedad). También le preocupaban cuestiones políticas me decía que pidiera cuando rezábamos por el Dr. Nava (candidato independiente a gobernador de San Luis Potosí cuando fue apresado por órdenes de Adolfo López Mateos). Con todo esto me mantenía ocupada, jugaba poco, algunas veces con mi hermano “al que mete gol para” a las canicas, a trepar por los ladrillos apilados de los que me caí y me rompí un diente, pero en general jugaba poco, a fin de año me encantaba poner el nacimiento, rezar y cantar las posadas, acostar al niño dios y hacer y comer los tamales.
Las vivencias de mi hermano, cuatro años mayor que yo, como hombrecito eran muy diferentes a las mías, salía casi diariamente a la calle jugaba canicas, trompo o futbol, se peleaba seguido a golpes, hasta para que viniera a comer, había que hablarle, yo solía ir a buscarlo aunque a veces se molestara, se asoleaba mucho y seguido le salía sangre de la nariz, recuerdo que una vez tuvo una hemorragia y tuvieron que inyectarle unas ampolleta de vitamina K. Mi mamá era muy estricta con nosotros, seguido nos pegaba, particularmente fuerte a mi hermano.
Mi madre fue muchas cosas, aunque suene a redundancia, fue madre no sólo para nosotros, sus hijos, sino para todo aquel que lo necesitó, fue amiga y comadre, fue madrina y protectora, fue maestra en más de un sentido, fue, sobre todo, mujer que intentó cambiar mundo y, a su manera y de formas que incluso ella no supo imaginar, lo logró.
Hoy, hace dos meses, mi madre abandonó este mundo y hasta aquí los recuerdos por su mano escritos... Recuerdos inconclusos de una vida que se cortó demasiado pronto.
Hoy, hace dos meses, mi madre abandonó este mundo. No miento cuando digo que el hueco que en él deja es imposoble de ser llenado, no miento que nosotros, sus cercanos, tratamos de reconstruirnos mutuamente, sobre todo, cultivando su recuerdo.
Volverán mis párrafos a hablar de ella, pues de ella tomo mucho de lo que soy. Volverán estps bites a darle espacio a sus palabras cuando así se amerite, pues su voz debe ser escuchada... Sólo queda, de momento, parafrasear la canción y dar gracias a la vida, que en ella nos dio tanto...

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miércoles, julio 13, 2011

Recuerdos (3 de 4)

Continuamos hoy con los recuerdos de mi madre, quien los escribiera poco antes de su muerte en Mayo... Infortunadamente, en más de un sentido, la vida se le acabó antes de terminarlos.


A mi madre le era muy difícil sostenernos y pagar la renta, por lo que nos mudábamos de casa constantemente, recorrimos varios barrios, rentamos en: el Callejón del Cariño casa de la cual recuerdo solo su fachada y como mi hermano se brinco un día que mi mamá había olvidado las llaves, después en la calle de Iturbide donde había muchas goteras, cuando llovía se nos inundaba uno de los cuartos en esa época Felisa, una viejecita española que pedía limosna, hizo amistad con mi mamá y nos cuidó algunas de las noches que mi madre trabajaba; de ahí nos cambiamos a la calle de Rayón por San Miguelito -afuera de esta casa había un gran hormiguero con grande hormigas rojas que mi hermano Sergio y un amigo agarraban y las ponían a pelear en el quicio de la ventana. Ahí fue donde tuvimos un palomo que mamita nos regaló, era bravo como un perro, picoteaba los pies de las visitas. Por último, antes de que mi mamá retornara a vivir con Mamita, estuvimos unos meses viviendo en un cuarto que nos rentó la viejita “Chola Chonga” una ancianita que muchas de las noches no dormía y se la pasaba hablando y echándole la “viga” a mi mamá, ahí tuve un pequeño accidente me queme levemente la planta del pie por andarme subiendo a un lavadero abajo del cual se estaban quemando unos papeles. Durante estos años muchas de las veces nos quedábamos solos, encerrados con llave, aunque mi hermano ocasionalmente se salía un rato a la calle, saltándose por la ventana, yo era más miedosa y desde ahí lo observaba jugar. Estos años tuve pocos juguetes, tengo en la memoria: un clásico juego de Te de lámina con platitos, tacitas, una cafeterita y su charola, ollitas y cazuelitas de barro. Como a los seis años, en navidad me trajeron mi primera muñeca tenía cabecita de cerámica, cuerpo de trapo relleno de aserrín, trencitas y zapatitos. Mi mamá me guardaba una muñeca fina que cerraba sus ojitos y tenia pelo, me la había regalado mi madrina Anita a la que apenas recuerdo haber visto una o dos ocasiones.
Después de este largo peregrinar cuando apenas yo tenía unos siete u ocho años nos fuimos a vivir con Mamita, a una casa grande con solar, propiedad de Manuel el novio de mi tía Lalita. Estaba en Santos Degollado una calle muy ancha de tierra suelta en la que no había agua ni drenaje, tenía un gran solar delimitado por nopaleras y un gran y peligroso pozo. A nosotros nos instalaron en un cuarto nuevo que iba a ser la cocina, al cedérnoslo se continuó cocinando en un cuarto de láminas de cartón acanalado color rojo, donde había una estufa de petróleo, se guardaba agua en un apaste (olla grande de barro) y una mesa vieja de madera. Mamita y mis tías Lalita y Coquito ocupaban la pieza más grande del lado derecho del pasillo, mamita cosía ajeno a máquina, Lalita trabajaba en el Sol Vel un expendio de dulces, velas y veladoras y Coquito era maestra de primaria en una escuelita particular propiedad de dos hermanas las maestras solteronas medio religiosas Karitina y Victoria, en ella cursamos mi hermano y yo la primaria. Mi tío Pepé y su familia (mi tía Angelina y mis primos Pilar, Pepito, Leonorcita y el recién nacido Raulito) ocupaban provisionalmente el primer cuarto de la izquierda (originalmente era la sala), recién habían regresado de la ciudad de Chihuahua porque se les incendió el negocio de vinatería, mi tío Pepé fue distribuidor de sinfonolas y agente de ventas de la Majestic, fabricante de las primeras televisoras en México, gracias a ello, tuvimos unos meses de muestra o exhibición un televisor en casa de mamita, algo insólito y que resulto lucrativo, pues mi tío los domingos por la tarde, cobraba 20 centavos la entrada para ver el cuento de Cachirulo y se llenaba la sala, había pocas sillas pero a los niños los sentaban en un trozo de caja de cartón en el suelo. Enseguida estaba el cuarto de mi Tío Raúl y María su esposa que armaban cuadros de diferentes tamaños, compraban los marcos de diferentes medidas, el vidrio o cristal los cortaban con diamante a la medida, al igual que el cartón y los cromos con imágenes religiosas como la última cena, la Guadalupana, paisajes, se armaban y clavaban los cuadros que él llevaba a vender a los pueblos de Matehuala, Río Verde, Valles, Ciudad Maíz, El Mante, Panuco y Tampico.

Maria Teresa Cuellar Salinas
1950 - 2011

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jueves, julio 07, 2011

La Otra Versión Número 02 (regresando que es gerundio)

Al parecer los tiempos se complotan para que esta historia no vea la luz... pero cmo el nombre de estos bites lo indican, quien esto escribe lo hace, principalmente, porque es muy necio... Y con la necedad que nos caracteriza, seguimos...

Por si alguien no lo recuerda, esto tiene su origen acá... Y continua, directamente, de aquí...


Ya esta, el próximo mes (espero) más... La próxima semana, regresamos la voz a mi madre y sus memorias...

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