SOBRE LOS SAPOS
de brujas y princesas
Te contaré un secreto.
Es
cierto, no es un gran secreto. De hecho, dependiendo de a quién le preguntes; a
veces ni siquiera es un secreto...
Es
un secreto pequeño, minúsculo; un secreto a voces, como lo son todos los
secretos que cambian el mundo. Es mi pequeño secreto y quiero contártelo: Las
brujas existen.
Ya está; ese es mi secreto.
No
me mires así; no te lo cuento para que te asustes... Las brujas existen, sí; y
eso es bueno, porque es muy divertido ser bruja, mucho más que, por ejemplo,
ser princesa.
Las
princesas, por ejemplo, creen que es bueno que existan sapos porque, besándolos,
encontrarán a su príncipe. Lo que, si me preguntas, es una manera bastante
tonta de buscar príncipes; con lo fácil que es encontrarlos en los castillos.
Las
brujas, en cambio, saben que es importante que existan sapos porque se comen a
los mosquitos... Y no, las brujas no besan sapos; porque saben que lo único que
pueden encontrar besándolos, es una infección en los labios. Y aunque se
encontraran un príncipe, ¿quién quiere encontrarse un príncipe lo
suficientemente tonto, como para dejarse convertir en sapo?
Además,
las brujas pueden vestirse de negro; que es un color maravilloso para meterse
en charcos y pantanos, para trepar por los árboles y explorar cuevas, para
correr entre el pasto y el polvo y hasta para dar maromas. Si te manchas, como
es negro, casi nunca se nota.
Las
princesas, en cambio, deben vestirse de rosa, blanco, azul celeste y otros
colores horribles. Colores que se manchan sólo de mirarlos, no hablemos ya de
dar marometas en el patio. Y es que encima, los vestidos de princesa llevan
moños, holanes y encajes, que se atoran en las ramas y se rasgan con las
piedras; ni pensar en subir un arbolito de nada, porque el vestido terminaría
hecho una pena.
¿Ves?
Las brujas existen... Y es más divertido ser bruja.
Y es que, ¿sabes? Este secreto tiene otra
parte. Una parte importante que aún no te he contado; las brujas pueden hacer
magia.
No,
no es la magia que convierte a los príncipes en sapos; en el fondo, todos los
príncipes son sapos. Peor aún, son sapos inútiles, porque al menos los sapos
sapos se comen a los mosquitos y los príncipes no sirven ni siquiera para eso.
No,
la magia de las brujas es distinta; es la magia que puede cambiar el mundo. No
es una magia de hada madrina que haga aparecer vestido, es una magia mejor; es
la magia de enseñar a las niñas que los sapos comen mosquitos, de enseñarles a
trepar árboles y brincar charcos, de sumergirse hasta las rodillas en los
pantanos y explorar cuevas y, sí, también de enseñarles a correr por los pastos
y a dar marometas en el patio... Y siempre será más divertido andar trepando árboles
que besando sapos.
¿Ves?
Las brujas existen y es más divertido ser bruja; porque las brujas hacen que el
mundo sea un lugar mejor.
Mario
Stalin Rodríguez
Para Sofia, así, sin pretextos ni fechas especiales; porque ha sido un privilegio ver como creces y vas inventando tu propia magia.
Etiquetas: off topic, tratado sobre la necedad