miércoles, agosto 30, 2017

Los Falsificadores de la Democracia 03

EL MÁS CARO DE LOS AHORROS

Quien no conoce la historia, dicta el lugar común, está condenado a repetirla. Lo que el dicho omite es que hay quienes, conociéndola, están muy interesados en repetirla; esgrimiendo las mejores razones y con el peor de los motivos, garantizando la perpetuidad de quien ocupa el poder, en nombre de la democracia (y sí, las cursivas son pertinentes).
            En días recientes, el poder judicial falló a favor de la llamada Ley Kunamoto (por el apellido del legislador independiente que la presentó al congreso) “Sin Voto No Hay Dinero” y, nos dicen medios normalmente identificados como progresistas, ello debería ser motivo de celebración. Si bien es cierto que, de momento, sólo se aplicará en el estado de Jalisco, en donde se interpuso la controversia constitucional que dio lugar al fallo.
            Lo correcto sería aclarar que el criterio legal aprobado, en realidad, no se refiere específicamente a esta reforma, sino a la capacidad de las entidades federativas para establecer las reglas que deben seguir los partidos políticos nacionales en procesos electorales locales, teniendo, entre otras facultades, la de regular el financiamiento de estos.
            No haría falta profundizar demasiado para darse cuenta que, en esta lógica, lo mismo que Jalisco puede aplicar la Ley Kunamoto, otras entidades federativas podrían aplicar criterios para permitir, por ejemplo, financiamientos privados a campañas locales (o a la aplicación local de campañas nacionales), dando píe a la repetición atomizada de prácticas tan oscuras como las que aplicó en el 2000 el grupo de “Amigos de Fox”.
            Las implicaciones son evidentes, pero, sorprendentemente, los medios normalmente identificados como progresistas, parecen obviarlas y centrarse sólo en lo que a la iniciativa “Sin Voto No Hay Dinero” se refiere.

En su forma actual, la reforma propone restringir el financiamiento público a los partidos políticos, supeditánlo a la cantidad de votos recibida por los mismos en los procesos electorales pasados inmediatos.
            Ello, nos dicen quienes la celebran, evitará, por una parte, que partidos minoritarios reciban grandes cantidades de recursos financieros que podrían ejercer de manera cuasi-discrecional y sin responder por ellos cuando perdieran el registro por falta de votos.
            También, agregan, evitaría el despilfarro que los partidos mayoritarios hacen de la ingente cantidad de recursos que se les asigna, contratando publicidad extemporánea y prácticas aún más funestas como la compra de votos a través de esquemas como las tarjetas electrónicas que el PRI utilizó en el proceso federal del 2012 y en diversos procesos locales (como el del Edomex este mismo año) a partir de entonces.
            Dejando de lado que el criterio de la Corte que, se supone, debemos celebrar, permitiría, en los hechos, que las autoridades locales legalizaran este tipo de prácticas en su territorio y centrándonos únicamente en la Ley Kunamoto, las contradicciones resultan más que evidentes.
            Lo primero que llama la atención es que la ley se concentra únicamente en el monto del financiamiento que los partidos recibirían, obviando la parte de la fiscalización del manejo de éstos, cuyas reglas actuales, ambiguas y bastante oscuras, deja intocadas.
            También destacan las obvias condiciones de desigualdad en las que supeditar el financiamiento a los votos recibidos anteriormente, deja a las instituciones políticas emergentes y a los candidatos independientes, pues al no tener “votaciones anteriores”, recibirían un monto significativamente menor al de los partidos mayoritarios establecidos.
            Es decir, tal cual está; la ley “Sin Voto No Hay Dinero” no sólo no combate la inequidad rampante en los procesos electorales, sino que la perpetúa, garantizando, con ello, la continuidad de los grupos en el poder.

No se promueve un esquema de idéntico financiamiento, independiente a su número de votos, a todos los partidos políticos o fortalecer los mecanismos de fiscalización, amén de prohibir la contratación de publicidad por fuera de los órganos reguladores, medidas todas que garantizarían la equidad en las contiendas electorales.
            Porque no es la equidad ni, por supuesto, el acceso de grupos emergentes a los puestos de decisión, lo que interesa a los falsificadores de la democracia... Garantizar la continuidad e inmutabilidad de quienes ejercen el poder pareciera, al fin de cuentas, el motivo último de la Ley Kunamoto y es ello lo que, nos dicen, debemos celebrar...


Mario Stalin Rodríguez

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miércoles, agosto 23, 2017

Me van a disculpar

Pues eso, que hace rato no ponía esta imagen por aquí...
Ya más después (la próxima semana) volvemos.

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jueves, agosto 17, 2017

¿QUÉ CUENTOS CUENTAS CUANDO CUENTAS CUENTOS?

apuntes sobre princesas y brujas

Los cuentos cuentan que hay princesas y brujas.
            Y cuentan los cuentos que princesas y brujas son distintas... Y eso está bien, pero no es todo el cuento.
            Porque no todos los cuentos cuentan que princesas y brujas no siempre son distintas...

Mira, por ejemplo, aquella niña; le gustan los vestidos rosas con holanes y encajes. Le gusta coronar su cabello con una tiara plateada que brilla cuando le da el sol. Le gustan las historias de princesas y príncipes... Es, sí, una princesa.
            Pero, a veces, la niña se viste de pantalones oscuros y camisas moradas. A veces la niña juega a trepar a los árboles y a buscar ranas en los charcos, sabiendo que sólo son ranas. Le gusta explorar los bosques y jugar con espadas de madera. Le gustan las historias de mujeres que cambian al mundo... Sí, a veces, también es una bruja.
            Porque las niñas pueden ser princesas o brujas, pero también pueden ser princesas y brujas...

Y eso está bien, aunque no todos los cuentos cuentan que brujas y princesas son necesarias, lo son.
            Porque el mundo cambia conforme hay cada vez más brujas y cada vez más princesas y cada vez más niñas que son brujas y princesas. El mundo cambia conforme hay cada vez más niñas que son distintas y aprenden a jugar, a crecer juntas.
            Imagina un mundo en el que sólo hubiera princesas; sería aburrido.
            Imagina un mundo en el que sólo hubiera brujas; sería complicado.
            El mejor mundo es en el que hay de todo; brujas y princesas, maestras e ingenieras, doctoras y mecánicas, escritoras y escultoras, luchadoras y cocineras, niñas y niñas, distintas entre ellas, que juegan y crecen juntas.

Y estos son los cuentos que deben ser contados.
            Los cuentos en los que las niñas crecen juntas y distintas. Los cuentos en los que las niñas aprenden a cambiar el mundo. Los cuentos en los que las niñas pueden ser brujas y princesas. Los cuentos en los que las brujas y princesas son fuertes cuando juegan y crecen juntas.

Mario Stalin Rodríguez
Para Sofi

porque ha sido un honor ver cómo creces y vas descubriendo tu propia fuerza.

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miércoles, agosto 09, 2017

Y, en otro bites...

Sí, sé que tengo por ahí un texto sobre perros algo atorado... Y ahí seguirá un poco más, mientras la vida no me de para terminarlo como es debido...
Mientras tanto y para no poner la imagen de "permanezcan atentos a su monitor", ni agotar demasiado pronto las imágenes porno que tengo en stock, se pueden dar una vuelta por Subcultura, donde encontrarán las nuevas páginas de

Y venga ya... Espero que la próxima semana sí tener forma de actualizar como se debe...

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miércoles, agosto 02, 2017

Mientras tanto...


Y bueno, la verdad es que ocupaciones varias, la mayoría bastante agradables (MUY agradables), pero no por ello menos demandantes, me impidieron preparar la entrada de hoy como debería (y miren que el texto ya está escrito), así que, para no poner la clásica imagen de "permanezcan atentos a su monitor", mostremos una más de la serie de imágenes porno para emergencias...
Como dije antes, las imágenes están relacionadas entre sí (al menos, en tanto comparten "protagonistas" y escenario), pero no hay ninguna historia que las hile... En realidad, las pensé para ir probando algunos experimentos en materia de color y efectos diversos. No todos han salido como me gustaría (el primero de ellos -de sobreposición y transparencias- es, cuando menos, perfectible), pero éste me ha gustado bastante...
En fin, si la entrada les sabe a poco, pueden darse una vuelta por Subcultura, donde Ensis y yo retomamos (al menos por este mes) La Monja Sangrienta.

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